
Todos coinciden en que lo sucedido es consecuencia del fracaso escolar y de la marginación social - no se acepta lo diverso, lo diferente - pero no se ve radicalidad a la hora de poner remedio en la institución escolar potenciando, es un decir, aquellos instrumentos educativos que contribuyen a conocernos y conocer a los otros, a aceptarnos y a aceptar a los demás, a valorarnos y a valorar a quienes son diferentes. Esto es, a educar las actitudes. Y para ello ¿conocemos algo mejor que los libros y la lectura?. Supongo que se intuye adonde nos lleva el razonamiento. ¿Para qué las bibliotecas? Ójala haya responsables en las administraciones que se formulen esa pregunta. Por cierto ¿cuanto dinero dedica Extremadura a las bibliotecas escolares?. Tranquilos, esto no es Francia.