He tenido la suerte de poder asistir el primer y el último día al I Congreso Nacional de Lectura. Ha sido una experiencia inolvidable disponer de la oportunidad de escuchar a tantos y tan buenos escritores. Allí estaba - como todos, supongo - sin pestañear, atendiendo para no perderme ni una sola de las palabras que allí se iban desgranando. Tomé algunas notas, citas que son toda una reflexión, o citas de citas, que cada vez queda menos espacio para la originalidad absoluta. He aquí algunas de Nélida Piñón, entrañable y cariñosa, a quien tuve la oportunidad de conocer a través de Álvaro Valverde, y de Alberto Manguel:
"Los libros son capaces de conjugar saber y afecto".
"La lectura permite entender algo de la locura del mundo. La verdad nos mira desde el otro lado del espejo".
"La pasión por la palabra salva la propia vidad. ¿Quién es el Sherezade de cada cúal?"
"La literatura salva y da razones para vivir. Nos ayuda a escapar de los tópicos, de la rutina mental. Nos enseña a pensar en imágenes, a ensanchar el dominio semántico de la palabra. Imágenes que alumabran caminos nuevos con una nueva mirada. Mirar las cosas como si fueran nuevas, descubrirlas desde el asombro".
"La literatura va más allá del entretenimiento, entra en nuestra imaginación, en nuestra capacidad de asombro".
"Leo para aumentar mi corazón" (Ortega)
Un Manguel soberbio, por contundente, que contrapuso los conceptos de valor y precio y denunció la mercantilización de la cultura y la actitud banal ante la lectura por parte de quienes, como el sombrerero loco, siendo tan sólo invitados a la mesa, niegan a los demás su papel en el banquete.
En panel de literatura y creación en el que intervinieron Luis Landero, Luis Mateo Díez, Gustavo M. Garzo y Ángeles Caso pude escuchar argumentos en favor del valor educativo de las artes narrativas (que diriría Brunner) como:
"Los relatos disciplinan la imaginación ... en el desarrollo de la inteligencia creativa, la lectura es la clave".
"Caben dos actitudes ante la lectura por parte del lector: el candor y la perversidad".
"Tan importante como la memoria es la imaginación, los deseos no satisfechos, por eso existe la ficción, las opciones incumplidas que forman parte de nosotros".
"La literatura infantil y juvenil no debe ser complaciente".
(Personalmente, esta última idea me parece de lo más oportuna a la hora de establecer criterios sobre el canon literario infantil y juvenil. Hay quienes se han quedado en el didactismo y no han sido capaces de valorar de transgresión, el humor y la subversión de un Roald Dahl, que sí confía en la capacidad de los niños para interpretar las sorpresas y los recursos literarios del autor, para situarse frente al mundo de los adultos como medio para reconocerse a sí mismos)."Los libros son capaces de conjugar saber y afecto".
"La lectura permite entender algo de la locura del mundo. La verdad nos mira desde el otro lado del espejo".
"La pasión por la palabra salva la propia vidad. ¿Quién es el Sherezade de cada cúal?"
"La literatura salva y da razones para vivir. Nos ayuda a escapar de los tópicos, de la rutina mental. Nos enseña a pensar en imágenes, a ensanchar el dominio semántico de la palabra. Imágenes que alumabran caminos nuevos con una nueva mirada. Mirar las cosas como si fueran nuevas, descubrirlas desde el asombro".
"La literatura va más allá del entretenimiento, entra en nuestra imaginación, en nuestra capacidad de asombro".
"Leo para aumentar mi corazón" (Ortega)
Un Manguel soberbio, por contundente, que contrapuso los conceptos de valor y precio y denunció la mercantilización de la cultura y la actitud banal ante la lectura por parte de quienes, como el sombrerero loco, siendo tan sólo invitados a la mesa, niegan a los demás su papel en el banquete.
En panel de literatura y creación en el que intervinieron Luis Landero, Luis Mateo Díez, Gustavo M. Garzo y Ángeles Caso pude escuchar argumentos en favor del valor educativo de las artes narrativas (que diriría Brunner) como:
"Los relatos disciplinan la imaginación ... en el desarrollo de la inteligencia creativa, la lectura es la clave".
"Caben dos actitudes ante la lectura por parte del lector: el candor y la perversidad".
"Tan importante como la memoria es la imaginación, los deseos no satisfechos, por eso existe la ficción, las opciones incumplidas que forman parte de nosotros".
"La literatura infantil y juvenil no debe ser complaciente".
José Antonio Marina tuvo una intervención al hilo de las propuestas expuestas en su libro "La magia de la lectura". Destacó, sin embargo, algunos aspectos que considero de importancia:
Su reivindicación de la inteligencia lingüística - nos hablamos a nosotros mismos, nos hacemos preguntas, usamos la palabras para ordenar la memoria, para contarnos nuestra propia vida - y de la importancia del relato en el desarrollo de este pensamiento narrativo.
Su reivindición del caracter transversal de la lectura en todas las asignaturas del currículo escolar. Un currículo y un sistema que "disuade" de la lectura, según Marina.
Su reivindiación de la figura del bibliotecario escolar en los centros, cuya misión primordial sería acercar los textos y la lectura al aula, seleccionar libros de cada materia, animar a leer a las familias fomentando el vínculo con la lectura y encabezar en el centro la movilización social en torno a la lectura.
Eugenio Tiana, del MEC, comentó aspectos que ya conocíamos sobre el apoyo a la lectura y las bibliotecas escolares en la nueva ley orgánica de educación.
Marta Mata nos recordó el hilo conductor que une los denodados esfuerzos de hoy con el afán por saciar la sed de lectura de la República. Somos heredereos de aquellos empeños que se plasmaron en las misiones pedagógicas de los años treinta. No olvidó Marta Mata de referenciarnos a los nuevos códigos de los lenguajes de presentes.
La Consejera de Eduación, de la Junta de Extremadura, Eva Mª Pérez, incidió en el largo recorrido del trayecto lector, que no debe asociarse al profesor de lengua, sino a todos los maestros y profesores. Definió las bibliotecas escolares como espacios abiertos a toda la comunidad educativa, en consonacia con el carácter socializador de la lectura. Transmitió su convencimiento de que, en esta sociedad de la incertidumbre existen fórmulas (aunque no recetas mágicas) para enseñara a amar la lectura. Y que éstas fórmulas están más cerca de los criterios que de los cánones. En su opinión habría que huir de una programación institucional que impida progresar en la lectura desde un punto de vista personal. Finalmente habló de la puesta en marcha de un Plan de Bibliotecas Escolares en la región.