lunes, febrero 05, 2007

nacional

En el reflujo de la manifestación del sábado contra el gobierno de Zapatero escucho a Acebes usar el adjetivo nacional y me sale el salpullido que creía olvidado. Sí, ya sé que es sólo un adjetivo, que puede ser usado junto a un nombre, por ejemplo, bando nacional. Y que también puede ser sustantivado (¡Dios mío, los nacionales!). No me consuela que cuando se formula para definir a los partidarios del concepto, éste se refiera específicamente a los nietos de Sabino Arana, esquerras y convergentes. Después de la manifestación del sábado, el adjetivo "nacional" repiquetea en mi mente retrotrayéndome a las viejas ensoñaciones del franquismo impenitente. Creo que no hay palabra más cargada de exclusión y odio que esa. Cuando la oigo, o la leo, yo, lector y escuchante, a partir de mi experiencia previa y de mi conocimiento de la vida y del pasado, no puedo evitar la interpretación y la predicción de un mensaje cada día más evidente: no se han ido, no han vuelto estos fantasmas de antes. Siempre han estado con nosotros. Es la media España que nos sitúa ante la disyuntiva de aceptar lo que ellos quieren, o son capaces de ...de mucho. Suya es la patria, el himno y la bandera con que nos sacuden y nos vilipendian. Ahora como antes.