domingo, octubre 29, 2006

Geografía de bibliotecarios escolares

Este congreso ha servido también para tejer - para que tejamos - una red de contactos personales por toda la geografía peninsular, más allá de los ombligos autonómicos -o nacionales de cada cual. Contactos que se van fortaleciendo a medida que se renuevan y alimentan y que aportan calor humano, generosidad y grandes dosis de sabiduría no escrita en ninguna parte, pero cuajada de experiencias ricas en matices, tonos, contornos...

Es una geografía de bibliotecarios escolares que inicio en Galicia con Cristina Novoa en la asesoría de bibliotecas escolares de la Xunta desde su dilatada experiencia en colegio de Palmeira. Que continúa en la cornisa cantábrica con Rosa Piquín, metida, además de en la dirección del CEIP Pablo Iglesias, en una ambiciosa web - http://www.bibliotecaescolar.es que os invito a visitar y que continua en el Pais Vasco, donde reside Miguel Quintas - conocido a través del correo electrónico - y Alfonso Santamaría, coordinador del programa ACEX. De Navarra tuve la oportunidad de conocer a María Antonia del Burgo, responsable del plan de mejora de BES y de reconocerle la importancia de los materiales que ellos han publicado y de las buenas ideas que de allí han salido (andaba Mª Antonia algo preocupado por el olvido de las aportaciones de su comunidad).

La gente que conozco de Aragón radica en Huesca, tanto la ausente - la sonora ausencia de Mariano Coronas - como la presente; Mariona Martinez, tuvo ha tenido la amabilidad de acercarme a la experiencia de Ballovar Leer juntos, un programa de educación literaria en el que intervienen familias, profesorado y biblioteca municipal, y que os recomiendo conocer.

Puede compartir mesa con Teresa Mañá y Mónica Baró en el hotel donde nos alojamos. Y he de decir que me encantó su sencillez y su cercanía, ya que las conocía sólo por sus libros, escritos y ponencias. Lo mismo debo decir Isabel Solé, de la universidad de Barcelona (qué bien transmite y qué clarito lo expresa esta mujer) y de Nuria Ventura, del servicio de bibliotecas de la diputación de Barcelona. Así pues, de Cataluña me faltó conocer maestros; aunque gracias a Mariona he podido saber de Jaume Centelles, autor del libro La biblioteca, el corazón de la escuela (Octaedro editorial).

Volver a ver a Pepe García Guerrero y a Juan Manuel Luque, del equipo provincial de bibliotecas de Málaga, ha constituido una nueva oportunidad de seguir aprendiendo... aunque el extasiado búho malagueño haya escorado su cabeza a la derecha al mirar al Guadalquivir.

Nuevamente me he encontrado con José Antonio Camacho, de Castilla la Mancha, y con Laura Andreu, de Madrid, dos nombres legendarios que nos unen a los viejos tiempos del Encuentro Nacional del 97, cuyas conclusiones siguen aún vigentes. Camacho tiene, además, el mérito de haber encabezado la movilización para que la LOE recogiera y nreconociera - como así ha sido - la existencia de las BES en su art. 113.

En Castilla-León, han primado los IES. Así, Guillermo Castán (responsable de la biblioteca del IES "Fray Luis de León", de Salamanca y reconocido experto - de los de verdad - en este campo), con su proverbial fuerza de convicción y escepticismo militante, nos mostró y nos demostró que hacemos lo que podemos y lo que nos dejan... y cada vez nos dejan menos, aunque digan lo contrario. De Valladolid nos acompañó Lourdes Alvarez, directora del IES Arca Real.

De mi tierra, hemos estado tres extemeños: Conchi Jiménez, subdirectora de la revista "Mi Biblioteca", Casildo Macías, de la dirección general de política educativa y yo. Pocos. Aunque tenemos la suerte de tener a Casildo metido en cuerpo alma en la puesta en marcha del programa de bibliotecas y con dos jornadas a sus espaldas. Buen amigo, por lo demás.

Seguro que me dejo atrás a mucha gente que he conocido, per como en el álbum Madlenka, de Peter Sis, al volver de este congreso de bibliotecas me han preguntado dónde he estado. Respondo que he dado la vuelta a España.