domingo, enero 28, 2007

Carta de un lector en el diario EL PAIS

No me resisto a transcribir la carta de un lector publicada ayer sábado en el diario El País. Estamos siendo sometidos a tantas y tan grandes mentiras por algunos políticos de la derecha con respecto al presente y al pasado, que bueno es ponerles delante del espejo para que vean la realidad de su apariencia. Conocer la verdad del pasado y actuar en consecuencia no es tomar revancha. Es soltar amarras de un pasado vergonzante para todos. Al fin y al cabo el dictador se nos murió en la cama. O no pudimos, o no quisimos sacarle en vida de un poder ilegítimo arrancado por las armas a un gobierno legítimo con el coste añadido de una guerra civil entre hermanos.


"A los niños de Salamanca"

Enrique Chicote Serna - Arganda del Rey, Madrid - 27/01/2007

Queridos niños: En casa o en la escuela, habréis oído decir que el alcalde es la máxima autoridad de vuestra ciudad porque así lo deciden los vecinos, votando cada cuatro años en unas urnas que suelen ponerse en los colegios donde estudiáis. Y, cuando la mayoría de la gente considera que el alcalde actual no lo ha hecho bien, puede cambiar votando una lista de nombres diferente. Mucho antes de que vosotros nacierais también se hacía así, hasta que unos militares mandados por otro que se llamaba Franco, se liaron a tiros contra la democracia (entonces la llamaban República) causando una guerra entre todos los españoles en la que hubo centenares de miles de muertos y heridos. Después, cuando Franco ganó, sus amigos le hicieron jefe de España (Caudillo, le llamaban), y durante el tiempo que duró su mandato, se fusiló y encarceló a miles de personas que no pensaban como él en política y se prohibió a todos los españoles que volvieran a votar, ni alcalde ni nada. Por aquel entonces, los que mandaban en Salamanca, también compañeros de guerra de Franco, le nombraron alcalde de honor, nada menos. Pues bien, cuando aquel militar murió volvió la democracia, y los que gobiernan ahora en tu ciudad, ahora han decidido que Franco continúe siendo alcalde honorífico de Salamanca. Preguntad a vuestros maestros qué significa la palabra honor y luego charláis entre vosotros qué os parece esta historia verdadera."