Cientos de personas del mundo de la educación extremeña hemos despedido hoy a Tomás García Verdejo en Plasencia. Con emoción y dolor hemos acompañado a su familia, le hemos dicho adiós sin llegar a creerlo del todo. Hemos sentido el zarpazo imprevisto y brutal de una muerte inmerecida frente a la vida generosa que se nos ha escapado.
Apenas dos años ha podido estar Tomás en la Dirección General de Calidad y Equidad, y aunque de las bibliotecas escolares se ha ocupado la Dirección General de Política Educativa, dejo constancia del impulso inicial de su mano.
Aún recuerdo, Tomás, cuando tuviste que "empaparte" el estudio que realizó la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y el informe de las jornadas de Madrid en un solo fin de semana...
Aun recuerdo, como si fuera hoy mismo, el tiempo de las ilusiones cuando trabajábamos juntos en Valcorchero. En el Centro de Profesores tú, en Compensatoria yo... De aquellas ilusiones que ni tú ni yo hemos perdido, de aquel tiempo de flor de cerezas del que no hemos abdicado.
Apenas dos años ha podido estar Tomás en la Dirección General de Calidad y Equidad, y aunque de las bibliotecas escolares se ha ocupado la Dirección General de Política Educativa, dejo constancia del impulso inicial de su mano.
Aún recuerdo, Tomás, cuando tuviste que "empaparte" el estudio que realizó la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y el informe de las jornadas de Madrid en un solo fin de semana...
Aun recuerdo, como si fuera hoy mismo, el tiempo de las ilusiones cuando trabajábamos juntos en Valcorchero. En el Centro de Profesores tú, en Compensatoria yo... De aquellas ilusiones que ni tú ni yo hemos perdido, de aquel tiempo de flor de cerezas del que no hemos abdicado.
