domingo, enero 21, 2007

Kong o los libros que nadie compra

Brillaba sobre el anaquel aquel único ejemplar del "King Kong" de Anthony Browne que, al decir del librero, nadie se decidía a adquirir. "No gusta este tipo de libros, y eso que no es caro. 14 euros", afirmó.
Tenía noticias del libro no sólo por su autor (Willy el tímido, Cambios, Voces en el parque, Zoológico, El libro de las formas...son obras que figuran, todas ellas, en el catálogo de nuestra biblioteca escolar), había leído un interesante artículo sobre este libro álbum en el último número de Educación y Biblioteca. Por ello, después de leerlo y contemplar las ilustraciones de Browne, no tuve la menor duda. King Kong formaría parte de nuestro acervo a partir de ahora.
Tengo para mí que la sentencia del librero solo representa parte de la verdad, y ello es evidente, la prueba es que nadie lo había comprado hasta ahora. Pero también lo es que ningún mediador - y por desgracia los padres no suelen serlo - lo había puesto en manos de los lectores apropiados.

Fondo de Cultura Económica, que tan bien acostumbrados nos tiene a tan buenos títulos en la serie A la orilla del viento, por fin de se ha decidido a publicarla en castellano después de haber sido editada en inglés en 1994. Aunque el texto está basado en la historia de Edgar Wallace y Merian C. Cooper (de hecho el autor del mismo es Richard Merian Cooper, hijo del anterior), lo cierto es que las ilustraciones de Browne parecen seguir más la estela de la primera versión de la película realizada en 1933.

La mano del maestro Browne encumbra esta excelente obra recreando el mito de la Bella y la Bestia, en un universo muy particular donde muchas cosas no son lo que parecen. La humanización de la Bestia desde una mirada tierna, dócil y sensible cuando está en contacto con Ann Darrow (la Bella) o cuando muere convertido ya en víctima de la belleza, la presencia de claves y guiños - como la aparición subrepticia de gorilas en los lugares más insospechados - la crucifixión de Kong y el detalle de estigmas en su mano cuando cae desplomado desde lo alto del rascacielos. O la ambivalencia de los mensajes con cierto contenido sensual, nos indican claramente el sentido de ese universo de Anthony Browne, uno de los ilustradores y creadores de libros álbum preferidos en eEstados Unidos.
Es una historia repleta de aventura, riesgo, luchas contra monstruos prehistóricos. Frente a ellos una belleza émula de Marilyn Monroe. Creo que tiene todos los ingredientes para gustar y entusiasmar a toda clase de niños y niñas... siempre que haya quien les acerque este libro y les hable de la película de 1933. La historia se introduce sola.

Es probable que, como decía el librero de Plasencia, no haya padres que compren este libro. Tampoco la mayoría de los libros álbum, si tomamos como parámetros la cantidad de texto y el precio ("pocas letras, muchos euros", afirman). Por ello, las bibliotecas escolares debemos hacer un esfuerzo y suplir esta carencia ofreciendo libros que como King Kong nadie compra.